Si en el post de la semana pasada tratábamos la importancia de mantener el vehículo limpio, hoy lo hacemos sobre por qué comprobar con asiduidad la presión de los neumáticos. Ten claro que esto va más allá del mantenimiento del coche pues lo que está en juego es tu seguridad y la de otros conductores en carretera.
Una mala calibración en la presión de los neumáticos puede ser motivo de accidente en carretera. Si los neumáticos no están bien inflados:
- se calientan más;
- pierden capacidad de carga desequilibrando al conjunto;
- consumen más combustible;
- se deforman y se desgastan antes;
- el riesgo de reventón es bastante elevado así como la pérdida de control por parte del conductor.
La presión de las ruedas se mide en PSI (libra por pulgada cuadrada) y por norma general la recomendada para los turismos se sitúa entre los 28 y 30 psi. Pero lo mejor es seguir las recomendaciones del fabricante.
Se realiza con un manómetro que puedes encontrar en cualquier gasolinera en un área delimitada para este uso, siempre en frío y sin haber recorrido grandes distancias previamente… Tan peligroso es una baja presión como una excesiva. Someter a la rueda a esta última reduce la vida útil de la misma, disminuye la adherencia al suelo y el control se dificulta.
El buen estado de las llantas y la correcta presión de inflado son factores estrechamente ligados a tu seguridad vial. Pásate por cualquiera de las estaciones de servicio de la red de Área365 a comprobar la presión de tus neumáticos, que nosotros te ayudamos encantados.