Los filtros de aire son los “héroes anónimos” para disfrutar de un ambiente agradable mientras conducimos. La mayoría de la gente ni siquiera sabe que existen. Al igual que cualquier otro filtro en nuestro vehículo, tienen una función y esa función los ensucia. El mantenimiento adecuado del filtro de aire supone saber cuándo limpiarlo o identificar cuándo se necesita un filtro nuevo. La mayoría de los vehículos fabricados después del 2000 tienen estos filtros, y los fabricantes generalmente recomiendan reemplazarlos cada 25.000 a 30.000 kilómetros aproximadamente, dependiendo de las condiciones de conducción, o aproximadamente una vez al año.

¿Para qué valen los filtros de aire?

Los filtros de aire ayudan a mantener el aire dentro de nuestro vehículo libre de polvo, moho, polen y otras partículas finas que pueden ser desagradables o peligrosas de ingerir. Cuando un filtro está sucio, los contaminantes ambientales se filtran y pueden causar molestias. Además, un filtro sucio u obstruido puede afectar la eficiencia de los sistemas de refrigeración y calefacción del interior del automóvil.

¿Dónde están los filtros de aire?

La mayoría de los filtros de aire están ubicados en el lado del pasajero, debajo de la guantera, pero algunos también están debajo del capó. Dependiendo del coche, puede haber uno o dos. Hay diferentes formas de llegar a ellos en función del vehículo, así que deberemos consultar el manual del propietario para conocer la forma correcta de quitar los filtros. Aunque la extracción es un proceso fácil, debemos manipular los filtros con cuidado para no romperlos. Incluso un pequeño desgarro requerirá reemplazo.

¿Se pueden limpiar los filtros?

Una vez que se quita el filtro, notaremos que un lado está más sucio que el otro. Comprobaremos si hay decoloración, acumulación de polvo o suciedad y rasgaduras o pliegues doblados. Quitaremos con la mano la suciedad más grandes o cualquier otra cosa que se haya acumulado.

Los filtros de aire suelen ser de tela, carbón o papel. Los filtros de papel siempre deben reemplazarse, nunca limpiarse. Algunos filtros de tela y carbón son reutilizables y pueden resistir un lavado. Usando una manguera a baja presión, dirigiremos el agua desde el lado limpio hacia el sucio, barriendo de arriba hacia abajo. Luego llenaremos un recipiente con agua jabonosa, sumergiéndolos y agitándolos de un lado a otro, dejándolos en remojo durante al menos 10 minutos. Repetiremos si es necesario con otra tanda de agua jabonosa limpia, luego enjuague y dejar que se seque al aire sobre una toalla al sol. Solo volveremos a instalarlos cuando estén completamente secos o podríamos terminar con moho. Hay un límite en la cantidad de veces que se puede lavar un filtro reutilizable, por lo que una vez que comience a mostrar irregularidades o desarrollar agujeros, es hora de uno nuevo.

El mantenimiento del filtro de aire de la cabina es una forma sencilla de mejorar la calidad del aire y ayudar a respaldar la eficiencia de los sistemas de calefacción y refrigeración.